A contramarcha: Por qué tus hijos deben viajar en coche en sillas ACM

Existe un amplio debate al respecto sobre el uso de sillas ACM en los coches. La normativa en España indica que los niños deben de ir en sillas a contramarcha sólo hasta que alcancen el peso de 9 kilogramos, aunque la DGT está valorando ampliar la franja de edad en la que los niños deben de ir a contramarcha.

En muchos países europeos los pequeños no van nunca mirando hacia delante y los padres hacen uso de dispositivos tecnológicos, ya sean tabletas o pequeñas pantallas LCD implantadas en el asiento trasero del vehículo, para amenizar la travesía al bebé. En realidad los niños ven más mirando hacia atrás que si están sentidos en dirección al sentido de la marcha. Está la preocupación de los padres que el niño se vaya a marear porque no ven nada o quieren ir mirando hacia donde estén los padres, pero estos casos se dan por igual ya sea de una forma u de otra. 

Es un hecho la eficacia de las sillas a contramarcha, capaces de reducir hasta un 90% las posibilidades de muerte o lesiones graves en el bebé, tal y como afirma la DGT. Es cierto que aún existe una gran falta de concienciación en las familias españolas puesto que no se consideran más seguras que las sillas a favor de la marcha. Hay una ferviente creencia en una manera de sacar dinero a las familias a costa de generar miedo. Las sillas ACM son bastante más caras (rondando los 199 euros aproximadamente) en relación a las que van a favor de la marcha (algunas pueden ser adquiridas por menos de 60 euros).

En ocasiones se opta por dispositivos a favor de la marcha por la creencia de que a los peques no les gusta ir mirando hacia atrás. Los padres, por norma, intentamos hacer lo mejor por su bien. ¿La solución? Intentar una adaptación paulatina al nuevo sistema, dando paseos cortos en coche con el niño e ir alargándolos poco a poco. Es de gran ayuda que el peque tenga compañía durante el viaje, ya sea de un familiar o conocido, acompañándolo a su lado.

Otro aspecto importante en relación a lo que se piensa sobre las sillas ACM es el temor a la susodicha instalación. Cuando compras una puedes pedir que te la dejen instalada en tu coche. Solicita siempre que sea posible su instalación en el asiento trasero central del vehículo y se consciente que un mal anclaje podría ser un error fatal en un accidente en carretera.

En definitiva, la seguridad no tiene precio, y más cuando se trata de nuestro hijo. La DGT está implantando poco a poco un sistema de concienciación para la seguridad infantil en carretera y en definitiva es lo que hace falta para romper con la barrera del uso de sillas ACM, sensibilización y más información para los padres. Si comenzamos desde el principio, empieza con trayectos cortos, como puede ser el llevarlos al colegio o a actividades infantiles. Nuestros hijos podrían ir perfectamente a contramarcha hasta los 5 o 6 años como han afirmado otros padres de países europeos donde esta práctica es algo más común y menos cuestionada.

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