Felipe y María

María y Felipe en Garachico, Tenerife. Primero de los muchos viajes del pequeviajero (M. S.).

María y Felipe en Garachico, Tenerife. Primero de los muchos viajes del pequeviajero (M. S.).

«¿EL MEJOR DE LOS VIAJES? DESCUBRIR EL MUNDO A TRAVÉS DE TUS OJOS, CON LA ILUSIÓN E INOCENCIA DE TUS PRIMERAS VECES COMO ÚNICO EQUIPAJE.»

Han sido muchos los destinos visitados de tu mano imaginaria. Papá y yo fantaseábamos con recorrer el mundo contigo, Felipe. Eras tú, no podía ser otro. Y es que desde el momento en el que tuvimos noticia de que venías en camino siempre supe que serías un chico, que llegarías decidido, curioso, con paso firme, alegre, expresivo… Y así eres, un duendecillo valiente que sin haber cumplido aún un añito está empezando a ver lo maravilloso de este mundo. 

Obvia decir que no todo es bonito, ojalá lo fuera, pero a lo largo de tu vida tendrás tiempo para todo, para perderte en una gran ciudad y ver cómo se vive en esas capitales inmensas en las que el reloj siempre tiene prisa; también te maravillarás, seguro, a ver un mágico atardecer en Cádiz, donde vivimos ahora mismo; y en mi cajita de los sueños ocupa un lugar muy especial el poder mostrarte, en vivo y en directo, que no todos los niños son tan afortunados como tú, como nosotros, y que hay otras realidades que se deben conocer para valorar el aquí y el ahora de nuestro primer mundo.

De estas y otras aventuras y desventuras versará este pequeviajero, y hablo en futuro porque este blog de viajes con niños no ha hecho sino despegar. Intento sacar tiempo de aquí y de allá para ir escribiendo y recopilando historias que inspiren y ayuden a quienes en estos momentos están al otro lado de la pantalla. Al fin y al cabo, a eso me dedico, a vivir y a contar. 

Me llamo María Sánchez y soy periodista freelance. Llevo ya cuatro años trabajando para diferentes medios de comunicación –desde diarios como ABC, El País y El Mundo a revistas como Traveler y magazines online como Mi punto de partida o Rutas de Escape, entre otros– y de las tres cosas que se supone deberíamos hacer en la vida, a mi ya solo me queda una… ¡Escribir un libro! Y como no termina de convencerme la idea, me he decidido a poner en marcha este blog de viajes. 

Lo cierto es que El Pequeviajero no es la primera ni la última web de contenidos que echo a andar. Atrás quedan proyectos que en un determinado momento de mi vida me llenaron –Emprende Málaga, Mi mapa del mundo, Las voces dormidas o Mi pequeña manada, descansen en paz… Por uno u otro motivo fueron quedando en los últimos puestos de mi lista de prioridades, algo que me he propuesto que no le suceda a este blog de viajes en familia. ¿Lo conseguiré? Nadie dijo que fuera fácil llegar a la meta, pero si algo he metido esta vez en la maleta es la constancia y una ilusión máxima, además de una agenda en la que anotar objetivos alcanzables. 

En esta web podrás conocer diferentes destinos desde dos puntos de vista bien diferentes: por un lado encontrarás los artículos de viajes, donde contaré con todo lujo de detalles cómo se han desarrollado nuestras escapadas teniendo en cuenta que viajamos con equipaje delicado –y cada vez más pesado, ¡9 kilos ya!–, Felipe Felipito, mi pequeviajero; por otro, una María más ‘literaria’ se meterá en la piel del niño que algún día fui para trasladar las emociones y sentimientos que podría estar experimentando mi hijo en aquellos lugares por los que pasamos. 

Paralelamente, iré publicando reportajes de interés relacionados con el hecho de viajar con niños y noticias sobre el subsector en el que va a navegar El Pequeviajero, el turismo familiar. ¿Qué te parece mi propuesta? 

Espero que nos acompañes a Felipe y a mi en esta apasionante aventura, que no es sino la de descubrir la inmensidad de nuestro planeta desde el desconocimiento y la inocencia, la libertad y el amor… A través de los ojos de mi pequeño viajero. ¡Zarpamos a la de 3, 2, 1…!