Cómo elegir la mejor silla de paseo para viajar

Nuestra sillita de paseo es Bugaboo Bee5. Antes de comprarla estuvimos valorando lo que queríamos, teniendo en cuenta el uso que le íbamos a dar. Primó la comodidad ante todo, pues sabíamos que íbamos a movernos mucho con Felipe y fue esa una de las razones por las que elegimos este modelo de Bugaboo, el pack de capazo y sillita. Ambos de tamaño bastante compacto en relación a otros similares del mercado, calidad y resistencia para los viajes, también nos ganó en estética, por qué no decirlo…

A día de hoy estamos bastante contentos con el resultado pero tras nuestro primer viaje en avión con Felipe nos vino una duda: ¿Cómo tratan las sillitas de bebés el personal aéreo? Sabemos que van a bodega, que la puedes entregar justo antes de subir al avión, pero, una vez nos desprendemos de ella, ¿de qué forma la manipulan? Teniendo en cuenta que el carro nos supuso una inversión considerable, nos hemos planteado hacernos con una sillita de paseo exclusivamente para cuando vayamos a tomar un vuelo.

Queremos algo resistente, obvio, porque sino va a ser peor el remedio que la enfermedad y vamos a desembolsar un dinero que caerá en saco roto si se rompe a la primera, y nunca mejor dicho. No tenemos pensado gastarnos demasiado, porque realmente la utilizaríamos únicamente cuatro o cinco semanas al año, por así decirlo. Básicamente cuando viajemos en avión. Y debe ser de una sola pieza, fácil y rápido de abrir y de plegar y si se cierra a modo yoyo y podemos subirla a la cabina mejor que mejor.

Para tomar una decisión lo más acertada posible estamos valorando las diferentes opciones que hay en el mercado, siempre teniendo en cuenta estos siete puntos que considero hay que tener en cuenta a la hora de elegir la mejor silla de paseo para viajar.

  1. Maniobrabilidad: Fundamental que sea fácil de llevar. Para quienes no están aún muy ‘puestos’ en estos de las sillas de paseo –yo no tenía ni idea–, este es un aspecto clave. Puede parecer una tontería pero el tipo de ruedas, tanto por tamaño como por la capacidad de girarse –o no– 360 grados va a determinar mucho que puedas moverte mejor o peor por según qué lugares y terrenos.
  2. Facilidad para plegarse: Otro punto importante, y no solo por la necesidad que tienes de guardarla a la hora de dejarla a la entrada del avión, sino porque habrá destinos, sobre todo si vas a alquilar un coche, en los que tendrás que estar abriendo y cerrando el carro para meterlo en el maletero. Hasta no empezar a indagar en este tema no sabía que existían las llamadas sillas de bebé compactas con cierre ‘yoyo’, que al plegarse quedan como si fuera una cajita cuadrada. El Bubagoo Bee toma una forma similar pero no tan pequeña, es más bien un rectángulo y para nada podría meterse en los maleteros de las cabinas del avión. En la siguiente imagen podéis ver la más conocida –y cara– del mercado, la Yoyo de Babyzen. Se guarda en dos movimientos, apuntan que es de manejo suave y con suspensión a prueba de baches. El inconveniente de esta es que no baja de los 380 euros así que me plantearé otras opciones –que haberlas, habylas– similares pero económicas…
  3. Ligera: Es un punto vinculado con el anterior. Para llevar y traer, para guardar y cargar, para ir y venir, vas a querer una pieza que no pese demasiado. Entre 5 y 7 kilos hay productos en el mercado con cierre yoyo y no muy caros. Bugaboo Bee5 pesa 8,9 kilos, que para ser un cochecito de paseo urbano está bastante bien, pero imaginad la diferencia con una Mclaren (la Mark II apenas pesa 3,5 kgs) o la Pockit de GB (4,3 kgs), la Cabin de Asalvo (5 kgs) o la Easylife de Recaro (5,7 kgs).
  4. Capota extensible y que se pueda reclinar por completo (o casi). Cuando viajas pasas prácticamente todo el día fuera por lo que hay que encontrar una silla de paseo para viajar que sea cómoda para los peques. En este aspecto lo primordial, en mi opinión, es que el respaldo se recline por completo, que quede en posición horizontal (o casi, repito). Podrán así descansar, echarse una siesta o lo que necesiten. El tema de la capota es otro punto importante para eso mismo, para garantizar la máxima tranquilidad cuando quieran dormir un ratito pues los asilan un poco del entorno. También te salvará la vida si da mucho el sol o está lloviendo, a modo de protección, aunque ante inclemencias meteorológicas no debes olvidar llevarte siempre la funda impermeable (el ‘plástico’ que le decimos).
  5. Fundas y textiles lavables: La manipulación que realiza el personal aéreo de tierra de las maletas deja mucho que desear, sobran vídeos y denuncias en la red para comprobarlo. De hecho ese es el principal motivo de este post, la verdad. En más de una ocasión nos han devuelto maletas con arañazos o manchadas, si eran de tela. De ahí que te recomendemos que el cochecito para viajar con tu niño que elijas tenga fundas lavables para meterlas en la lavadora al volver o bien para darles con un paño húmedo.
  6. Capacidad de la cesta: este punto es ciertamente circunstancial, de hecho el menos importante en mi opinión. Pero bueno, ya puestos, no está de más que ante igualdad de características de una silla valores esta cualidad. Ahí vas a poder meter la merienda o el tentempié de media mañana, si lo llevaras, las compras que vayas realizando, alguna muda por si hiciera frío –calor o si el peque se ha hecho sus necesidades–, etc. Ten siempre un ojo puesto en la cesta y no dejes cosas de valor porque puede que desaparezcan por arte de magia pero sí será una ayuda para los días en los que vayáis muy cargados, de esas jornadas viajeras en las que sales al amanecer y regresas con la luna llena.
  7. Precio: ¿Cuánto gastarnos en un carro de paseo para niños exclusivo para viajar? La verdad es que aquí cada uno debe hacer una valoración de su situación, de cuántos viajes o escapadas tiene previsto realizar con sus hijos, del presupuesto, etc. En nuestro caso, con Felipe Felipito, la idea es movernos mucho. Por lo pronto tenemos ya asegurado un crucero en octubre, cinco días en Londres en diciembre y una semana por Viena –recorriendo Austria– en marzo. No queremos gastarnos demasiado porque Bugaboo Bee ya fue nuestra ‘inversión’, por así decirlo, así que nuestro presupuesto ronda los 150-200 euros máximo. Según lo que he visto por internet hay modelos que pueden rondar ese precio y darnos buenos resultados. La idea es hacernos con una silla de paseo para viajar buena y barata, lo bonita en este caso es lo de menos. Es decir, algo que nos permita ir más cómodos y tranquilos que con el Bee (nos da ‘miedo’ que lo rompan al meterlo en el maletero del avión) pero que sea resistente. De nada sirve gastarte dinero en un carro si vas a ir a por el más barato –por tanto, probablemente, poco resistente– y a los dos vuelos se va a romper…

Teniendo tooooodo esto en cuenta, ahora se trata de ver lo que hay en el mercado, conocer las opciones en vivo y en directo, si hay posibilidades, y valorar cuál es la que mejor se adecua a tus circunstancias –características, uso que le vayas a dar y presupuesto. En un próximo post os contaré qué modelos estoy barajando y, si así fuera, cuál compré finalmente.

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